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sábado, 24 de septiembre de 2011

Introducción a la Astrología 3: Historia de Hércules


Mis querida alumnas de la ESCUELA DE SEÑORITAS, es muy importante para la astrología el aspecto mitológico ya que es la forma en que se explican las relaciones energéticas del Universo. Por ello quiero que nos adentremos en la Historia de Hércules. 

El nacimiento de Herácles.

Herácles es el nombre griego para el héroe que conocemos  como Hércules (su  equivalente romano).

Nace por el deseo del Padre,  Zeus, de procrear un ser lo suficientemente poderoso y fuerte como para defender a los hombres y a los dioses de la destrucción. Para tal efecto copula con Alcmena,
hija de Electrión, rey de Micenas. Alcmena era ya casada, pues su padre la dio  en matrimonio a Anfitrión como premio por gobernar justamente durante la ausencia de Electrión. Alcmena es una mujer bellísima, honesta, noble y leal, pero 8 hermanos suyos han muerto en la guerra y ella le exige venganza a su marido. Así Anfitrión va a la guerra y efectivamente triunfa y toma camino para regresar a ver a su esposa.  Zeus, se le adelanta y  (en lugar de violarla y luego transformarla en otra cosa, como era su costumbre) se toma la delicadeza de seducirla transformándose en su marido que regresa  tras haber vengado a sus 8 cuñados. Alcmena cae en sus  brazos y yacen juntos toda la noche.

Por si hubiera sido poco Zeus hace que esa noche dure tres, pues ordena a Hermes que vaya y pida a Helios que apague los fuegos solares y a las Horas que no tiren de sus tiros y descansen durante un día ya que la creación de un Paladín tan grande como el que se proponía engendrar no se podía hacer apresura-damente.    
Al día siguiente llegó Anfitrión. Fue al encuentro de Alcmena y la encontró retozando y yació con ella. Más tarde, emocionado, comenzó a relatarle sus hazañas y ella le dijo: “Ya me has dicho todo eso anoche”. Extrañado de la respuesta de su esposa consultó el oráculo y el adivino le reveló que Zeus le había hecho cornudo. A partir de ese momento Anfitrión, por miedo a incurrir en los celos divinos, se negó a tener relaciones con su esposa, Alcmena.
Nueve meses más tarde, en el Olimpo, Zeus se jactaba de que había engendrado un hijo que se llamaría Herácles (gloria de Hera) y que gobernaría la noble casa de Perseo (fundador de Micenas)  y que estaba a punto de nacer. Al oír esto Hera le hizo prometer que si a la casa de Perseo le nacía un príncipe antes del anochecer sería el  Rey Supremo, a lo que Zeus juró solemnemente. Hera voló a Micenas y apresuró los dolores de Nícipe, la  esposa  del Rey Esténelo. Inmediatamente después voló a Tebas, donde estaba Alcmena, y cruzó los brazos, las piernas y los dedos, para mantener alejada a la diosa Ilitía (diosa del parto) retrasando el alivio de la parturienta.
Nícipe dio a luz un sietemesino, lo llamaron Euristeo, y sería rey de  Micenas.
Una hora más tarde Alcmena dio a luz a Herácles, hijo de Zeus,  y a un hermano gemelo llamado Ifícles, hijo de Anfitrión.

Originalmente a Herácles se le dio el nombre de Palemón o Alcides.

La juventud de Herácles

Zeus, temiendo los celos de Hera, ordena a Alcmena que abandone a su hijo recién nacido fuera de las murallas de Tebas. A la vez instruye a Atenea que lleve a Hera a dar un paseo y que casualmente le señalara al niño. Atenea obedece y al ver a Hércules mientras lo levantaba dijo: “Qué niño más robusto, tu madre debe estar loca para abandonarte en un lugar tan pedregoso. (a Hera) Ven, tú tienes leche ¡Dale a mamar a la pobre criaturita!” Instintivamente Hera se desnudó un pecho y lo ofreció al bebé. El chupetón fue tan fuerte que la diosa gritó de dolor, dio un brinco y zafó el pecho de la boca del bebé regando la leche. Ésta ascendió a los cielos y dio origen a la Vía Láctea.
Zeus había logrado su cometido, Hera se había convertido en madre de leche de Herácles haciéndolo  inmortal.
Diez meses después Hera, furiosa,  mandó a dos serpientes a matar a Herácles y a su gemelo, pero ya en la cuna de los mellizos Herácles las doblegó con su fuerza y se puso a brincar y a jugar con ellas. Así lo encontraron Alcmena y Anfitrión.


La educación de Herácles.

Su educación no pudo haber sido más esmerada. Tuvo muchos maestros y tutores. Sabía manejar el carro, la espada, el arco, las tácticas de caballería, infantería y estrategia, tocar la lira, cantar, estudiar la astronomía y dominaba la filosofía.  Sin embargo su naturaleza noble no lo salvaba de ser violento y cuentan que Lino, su segundo maestro de lira, trató de enseñarle una nueva técnica, pero Herácles en su terquedad se negó a aprenderla, Lino se enfureció por su terquedad y golpeó al alumno. Herácles mató a Lino con un golpe de la lira.  Cuando fue juzgado por homicidio alegó la ley de Radamantis, que justifica la resistencia enérgica a un agresor y con esto se zafó del cargo.
De cualquier manera Herácles demostró ser peligroso. Anfitrión decide mandarlo a una hacienda de ganado hasta que cumpliera 18 años. Herácles era cortés y alegaba que trataba a sus agresores como ellos se proponían tratarlo a él. Su carácter era noble, se dice que fue el primero en devolver los cadáveres al enemigo para su sepultura. Consideraba a los buitres como aves de buen agüero, decía que eran tan nobles que no eran capaces de atacar a nada vivo.
A los dieciocho decide partir a matar al león de Citerión que hacía estragos entre el ganado de Anfitrión y el rey Tespio. Para tal efecto durante el día cazaba al león y durante la noche se hospedaba en la casa de Tespio. Éste tenía 50 hijas y decidió que cada una de ellas tendría un hijo con Herácles, que estuvo hospedado 50 noches. Tuvo 51 hijos, pues la primera tuvo mellizos.
Herácles mató al león con una clava de árbol. Se puso su piel y usó las fauces como casco.
De regreso a Tebas se topa con dos Heraldos del rey Erginio de los Minias, que llevan misión de recoger el tributo por la clemencia de Erginio de no haber cortado las orejas, la nariz y las manos a todos los hombres tebanos. Herácles los mutiló justo como ellos le habían dicho y  los mandó de vuelta. Preparó un ejército con los jóvenes y lo armó con el favor de Atenea. Cuando Erginio llegó a Tebas su derrota fue total. El Rey Creonte le dio a su hija Megara en matrimonio y tuvo dos hijos según algunas fuentes y hasta 8 según otras. Herácles tenía 21 años cuando desposó a Megara. A sus hijos se les llama los Alcides.
Pirecmes, aliado de Erginio, ataca Tebas, de nuevo Herácles le repele y ordena que su cuerpo fuera descuartizado amarrándolo a cuatro potros salvajes. Hera consideró ésta muestra de terror como un exceso y castigó a Herácles con la locura. Herácles pierde el juicio y ataca a su sobrino Yolao, quién logra escapar, luego mata a seis de sus hijos y a dos sobrinos más y arrojó los cuerpos al fuego. Algunas fuentes aseguran que también mató a su esposa Megara.
Al recobrar el juicio y darse cuenta de sus actos se encerró y no habló con nadie durante días, luego partió a Delfos a consultar a la Pitia. Hasta entonces había sido Palemón, por primera vez la pitonisa lo llama Herácles,
que significa a la gloria de Hera, bautizado así por Zeus.
También le dice que se vaya con su primo Euristeo, el rey de  Micenas, a quién Hércules encontraba muy inferior,  y  se pusiera a su servicio durante 12 años realizando los trabajos que Euristeo le mandara, y como compensación  al término de ello obtendría la inmortalidad.
Simbólicamente se trata del representante idealizado de la fuerza combativa; el símbolo de la victoria (y de la dificultad de la victoria)  del alma humana sobre sus debilidades. Hera representa a la psique. Las glorias de Hera a las que se refiere su nombre: Herácles, son las glorias del alma,  pero al comenzar los trabajos lo primero que Herácles preguntó fue ¿Qué es el alma? Toda su antigua educación no le contestaba esta pregunta. ¿Cómo contactar con el alma? Realizando los 12 trabajos, pasando por los 12 signos del zodiaco hasta llegar a la muerte, vencerla y ser inmortal.

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