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viernes, 10 de junio de 2011

Las relaciones románticas entre lesbianas


Muy queridas alumnas de la ESCUELA PARA SEÑORITAS en esta clase vamos a tocar un poco de ética, quiero que revisemos las relaciones entre lesbianas. Ante todo es importante que no copiemos el patrón de la sociedad heterosexual pues no es un modelo en el que quepamos aun cuando ya podamos casarnos por las leyes civiles mexicanas. Ante todo creo que lo importante es que comprendamos que las relaciones en esta vida no son para siempre, las historias comienzan y terminan y en la vida tenemos muchas parejas románticas, no solo una. Existen excepciones y sí, efectivamente existen parejas de lesbianas que están juntas hasta el final de sus vidas, pero éstas son las menos. La otra posibilidad son las relaciones abiertas, donde cada una de las que conforman la pareja está de acuerdo en que tengan amantes fuera de la misma.
No somos santas, somos lesbianas. No contamos con una iglesia que nos diga que Dios está santificando nuestras relaciones sexuales ni que lo que Dios ha unido no lo separen los hombres, aun cuando seamos católicas o cristianas o judías tenemos que tener en cuenta que la Iglesia no va a santificar nuestras uniones en muchos años más. Creo que eventualmente lo harán, pero para ello nos falta mucho por hacer en nuestra lucha por la igualdad de derechos. Y aun cuando eso suceda tampoco es garantía de que nuestra pareja dure para siempre. Las promesas se las lleva el viento y podemos cambiar de intereses románticos en un segundo. Primero tenemos que ser congruentes con nuestros sentimientos y buscar el amor en donde se nos presente, dure un segundo o una vida, siempre seremos honestas con nuestro corazón y hablar abiertamente con la pareja, si es que la tenemos, antes de repetir el patrón de la doble moral y el engaño.
En la vida no solo nos va a gustar una mujer, tampoco nos van a gustar todas las mujeres pues las lesbianas somos por naturaleza selectivas, digamos que nos van a gustar muchas y no se nos va a dar una relación en todos los casos. Los síntomas de Cupido son: nerviosismo y mariposas en el estómago cada que vemos a la mujer amada. Nuestros genitales se excitan y lubricamos. Estos son inconfundibles y comunes a toda la especie femenina humana, no por ser lesbianas dejamos de ser mujeres, tenemos los mismos síntomas de Cupido por las mujeres que las que tienen las heterosexuales por los hombres. Funcionamos igual. El sexo entre mujeres puede tener sus variantes pero la finalidad es alcanzar el orgasmo y éste también es común a todas las féminas, tengan sexo con hombres o con mujeres, o con los dos. No dejemos de tener en cuenta que muchas son bisexuales y viven entre la sociedad homosexual y la heterosexual. Las bisexuales viven una problemática doblemente difícil pues la presión social siempre catalogará al lesbianismo como una fase que pasará al olvido y la posibilidad de tener una familia biológica es el principal argumento por el que la sociedad se inclina hacia la heterosexualidad. La familia homoparental es tan buena como la biológica, pero apenas son contadas las parejas que lo han hecho sea por medio de la adopción o la inseminación o el embarazo por las técnicas tradicionales. Muchas son las lesbianas y bisexuales que han tenido hijos y que han formado familias con sus parejas homosexuales.
La búsqueda amorosa es el camino a la felicidad y la plenitud, nuestro descubrimiento de la sexualidad y el vivirla con todas sus ventajas y desventajas nos llevará a la armonía. Vivan el amor de un día en un día, como se vive la vida en este planeta y no permitan que la violencia y los celos les enturbien la mente y las hagan caer en el infierno de la locura por el amor. También hay que saberse retirar a tiempo de una relación que ha sido corrompida por el demonio de los celos  y la violencia. 

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